La periimplantitis es una inflamación de la mucosa periimplantaria (los tejidos blandos que rodean los implantes dentales). Tratar este problema a tiempo es fundamental para evitar otros más graves. Por eso, en Clínica Dental Altozano te contamos qué síntomas caracterizan a la periimplantitis, por qué aparece y cómo se soluciona.
Síntomas y diagnóstico de una periimplantitis
La periimplantitis es un proceso inflamatorio que afecta a los tejidos que rodean a un implante dental y que ocasiona la pérdida del soporte óseo en el que se ha integrado. Para evitarlo, es fundamental realizar un diagnóstico temprano para aplicar el tratamiento más adecuado.
Por ese motivo, se debe acudir al dentista en cuanto se detecten síntomas como:
- Enrojecimiento de la mucosa que rodea el implante dental
- Inflamación
- Sangrado (puede darse durante el sondaje periodontal)
- Movilidad del implante
- Dolor
- Molestias al apretar los dientes
- Pus
- Acumulación de sarro alrededor del implante
- Pérdida de masa ósea en el hueso de soporte
Estos síntomas pueden pasar desapercibidos al principio. Por ello, es importante acudir a todas las revisiones previstas con el dentista, ya que, en caso de aparecer una periimplantitis, esta podría detectarse a tiempo mediante una radiografía.
¿Cuáles son las causas de la periimplantitis?
Con los avances en los tratamientos actuales, la tasa de éxito de los implantes dentales es superior al 90%. Sin embargo, pueden darse casos en los que aparezca una enfermedad periodontal tras la colocación del implante.
Cuando surge la periimplantitis hay una inflamación de los tejidos existentes alrededor de la raíz y de la corona del implante y una pérdida de hueso que hace peligrar la osteointegración del implante al hueso . Por tanto, no es un problema menor.
Los factores que pueden causar periimplantitis son los siguientes:
- Acumulación de flora bacteriana alojada en la cavidad oral.
- Sobrecarga oclusal debido a la masticación.
- Existencia de enfermedades periodontales previas (hay personas más propensas).
- Mala o insuficiente higiene bucodental.
- Tabaquismo.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Enfermedades como la diabetes.
- Incorrecta colocación del implante.
- Mala calidad ósea del hueso de soporte.
Existe una fase previa conocida como mucositis periimplantaria, en la que el hueso todavía no se ha visto afectado por el problema. Es el estado inicial de la infección y debe corregirse a tiempo para que no se agrave. Para prevenir la periimplantitis, te recomendamos:
- Cuidar tu higiene bucodental.
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
- Visitar al dentista con regularidad.
- Realizar limpiezas bucodentales periódicamente.
¿Cómo tratar la periimplantitis?
Cuando aparece la periimplantitis y se notan los primeros síntomas, es muy importante acudir rápidamente al especialista. La mucositis periimplantaria puede corregirse con una higienización profesional de la zona afectada, pero, si la infección ha evolucionado, se puede recurrir a otros tratamientos.
Existen técnicas como el raspado o el desbridamiento subgingival para tratar la periimplantitis. Habrá que separar el tejido gingival por medios manuales o mecánicos, eliminar la inflamación y restaurar el tejido.
El tratamiento dependerá del grado de desarrollo de la periimplantitis. ¿Qué pasos hay que seguir?
- Eliminar la placa bacteriana del implante dental.
- Realizar un tratamiento regenerativo de los defectos óseos.
Así, podremos eliminar el tejido de granulación para destruir las bacterias que han ocasionado la infección. De esta forma, reduciremos también la inflamación.
