La pérdida de un diente produce un desequilibrio en la dentadura, que puede llevar a la movilización del resto de dientes y a una masticación inadecuada. Con el implante dental podemos reponer estas piezas, de una manera cómoda, eficaz y sin necesidad de apoyarnos en el resto de dientes sanos de la dentadura.
Además, en casos indicados, se puede realizar la extracción dental, la colocación del implante y la sustitución del diente de manera fija en un solo día, pudiendo de esta manera realizar sólo con una cirugía todo el procedimiento.